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jueves, junio 06, 2013

Ivonne Moreno Uscanga: EL PASEO SUTIL DE UNA LIBÉLULA EN BARCO


EL PASEO SUTIL DE UNA LIBÉLULA EN BARCO…
GALA DE DOS PINCELES:
HURÍ BARJAU E HILDA VERDE

Ivonne Moreno Uscanga


Al estar frente a un trabajo plástico la automatización nos lleva a mirar. Con el ojo conectado a las emociones, la aceptación o rechazo suelen ser acciones casi inmediatas, no obstante ante cualquiera de las dos, debemos añadir reflexión.

Cuando dos discursos visuales nos acercan a un respiro, a un esparcimiento, a la naturaleza y a la revaloración poética ante una atmósfera viciada y plagada de contaminantes, por distintas causas, la temática exquisita y colorido se agradecen y por ende la aceptación de los mismos nos remiten a patrones paisajísticos y estéticos de diversa índole.

Hurí Barjau vuelve y nos envuelve en el sortilegio del trópico y la exuberancia. Tabasco se presenta en su obra, como rosario de cuentas verde-agua. Cada uno de sus motivos están suspendidos en el pretérito glorioso de los mayas, pisan fuerte en suelo de tierra mojada y canto de pájaro a bolas de fuego, recordándonos el Junio de los versos de Pellicer y la caricia candente de la brisa del Grijalva, sintaxis compositiva al mismo tiempo frágil como alas de libélula.

Aferrada también a este insecto emblemático Hilda Verde, permea en su más reciente obra un código detallado de colores, una aventura hacia un jardín personal al cual hoy, nos deja entrar. Hilda ha superado sus propias expectativas en la pintura, no nada más expone sino urga en el espacio donde los creadores entran en plena comunión consigo misma y con los demás, argumentando a seres alados: mariposas, ángeles y libélulas, prólogo de fábula de un figurativismo sutil puente entre lo real- maravilloso y lo artesanal.



Hurí- Hilda, Barjau- Verde hoy, subidas en un barco-velero, escriben una égloga a los fundamentos de la libertad y del amor, entrada a la puerta del erotismo a guisa AkiroYosano:

Viniste al fin y por eso dejé ir a las libélulas

Que conservaba cautivas entre mis cinco dedos

Este atardecer de otoño…..

Solo agregaríamos…en las dos manos, manos de mujeres artistas, este instante cálido de verano.


Con tales antecedentes recibimos a Hurí Barjau y Hilda Verde, realizadoras plásticas ruidosas, pues le dan mucho sonido y color a las H de sus nombres.

Hurí Barjau trabajadora incansable en el terreno artístico ha expuesto en las galerías del INBA, en Casa de Cultura de Veracruz, Puebla, Villahermosa, Tlaxcala y Guadalajara y en el extranjero en Servia, Holanda, Alemania y en Huesca España.

Hurí también impartió clases de pintura en la Universidad Villa Rica, ahora del Valle de México.

Ella describe esta obra como mujer y vuelo, avivados en fuego y color…elementos cuyo periplo inicia en un barco de papel, trashumante, intencionado a dejar estelas matutinas como himno al sol en su proa y huellas de pasión en su popa en el ocaso.

Hilda Verde cuenta con 14 4xposiciones en su currículo plástico, donde hay colectivas e individuales: WTC en la zona conurbada, en los municipios de Alvarado, Veracruz en los circuitos de galerías Ivec y en los estados de Puebla y Tlaxcala.

Respecto a lo más reciente de su obra, Hilda, comenta: Los morados y los lilas manifiestan nostalgias y trasmutaciones y con los verdes y turquesas, esperanzas, sueños y anhelos, todo ello dirigido no solo a la vista del espectador, sino a su ánimo.

Hurí- Hilda, Barjau- Verde nos asoman a nuevas connotaciones del color, tal como lo hiciera en literatura Elena Garro, en su fantástico cuento SEMANA DE COLORES:



Domingo: rojo oscuro pues Lujuria y Largueza

Lunes: Azul: gula y humildad

Martes: Amarillo, abstinencia y avaricia

Miércoles: Verde, envidia y paciencia

Jueves: Anaranjado: cólera y malestar

Viernes: Morado: orgullo y diligencia

Sábado: Rosa, la pereza

Pero ellas, agregan a los colores, alas transparentes como las libélulas…..











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