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jueves, agosto 25, 2011

Ivonne Moreno Uscanga: La Pesadilla Jarocha

LA PESADILLA JAROCHA. 

MEMORIAS DE PANCHITOS VIVEROS

1812- 1829 NOVELA DE MIGUEL S. RODRÍGUEZ AZUET
Ivonne Moreno Uscanga


La constante, cuando se presenta un libro, es invitar al público oyente a  “leerlo”, esa creo debe ser la idea central del evento.
En esa lógica, el abordaje a la invitación  de la lectura de una novela con características historiográficas es difícil si no tenemos presentes algunos sucesos nacionales.
En el caso de Pesadilla Jarocha, las acotaciones son varias:

 1ª. Acotación.

El marco histórico es amplio. El siglo XIX se encuentra situado por el autor Rodríguez Azueta, en distintos paralelos, en primera instancia  el del personaje recurrente Francisco Viveros herido en la reyerta de 1847, plena discusión de la soberanía de México en cuanto a su constitución como República y límites territoriales con los Estados Unidos(año previo a los tratados de Guadalupe Hidalgo, 1848), en segunda la presencia del protagónico e hilo conductor en todo el relato novelístico Francisco Viveros y Rodríguez, quien empalma la segunda década del XIX en el decurso relacional entre España y México.

2ª. Acotación.

Los años  1812-1829 bordan la Independencia de México, dentro del marco de la novela, pero también la situación política de España, asaltada por el bonapartismo y posteriormente la tiranía de Fernando VII. En estos años la presencia de España en provincias como la nuestra no sólo edificaron a Veracruz como puerta y portal de la historia nacional sino como el crisol de etnias y mosaico pluricultural hasta  hoy.

3ª. Acotación

La literatura funge aquí como un pretexto metafórico para saciar la inventiva de Miguel Salvador como hacedor  narrativo por un lado y por  otro la de su afán por recuperar los héroes perdidos de la historia local, de cuya referencia solo tenemos las calles (Juan Soto) o los parques (Ciriaco Vázquez). Esta variable  lo perfila más como un relator de historias,  como la referencia    del sociólogo francés Bordieu...producir  una historia de vida, tratar la vida como historia, es decir como el relato coherente de una secuencia significante y orientada de conocimientos, equivale a una ilusión retórica, a una representación común de la existencia a la que toda tradición literaria no ha dejado ni dejará de reforzar...

A lo largo de la novela los pasajes  de relación con los orígenes de nuestra costumbres son diversos:
...Después del recibimiento en el palacio del gobernador se celebró un gran baile en la Plaza de Armas, donde los habitantes participaron con entusiasmo bailando y cantando. En un principio no emocionamos junto con los demás compañeros del batallón, pensando en que era tanta la alegría de los americanos por nuestra llegada que hacían tal fiesta, pero al poco tiempo me decepcioné, porque me di cuenta que no solo con nuestra llegada, sino que con cualquier insignificancia era motivo para que la gente de la ciudad celebrara algo...(41)

 Asimismo las descripciones hipotéticas  de nuestros edificios son  numerosas:
Efectivamente al llegar a la calle de la Playa nos topamos con que un batallón de alvaradeños de las fuerzas de Juan Topete estaban atrapadas en el almacén de la proveeduría, conocido como Las Atarazanas. Castigado a dos fuegos, desde el rumbo del muelle por un batallón atrincherado en los locales del Mercado de Pescadería y por el Sur desde el Baluarte de Santiago... (69)

Episodios cuyo asentamiento descriptivo  causará polémica entre los lectores especializados , pero un escrito de la naturaleza novela, lo amerita.

Otro elemento  destacable en  Pesadilla Jarocha, es el del género epistolar. Prácticamente desaparecido en nuestros días. Es menester subrayar la importancia del mismo durante el siglo XIX, no sólo como medio de comunicación, sino literario, pues grandes de las plumas nacionales Fernández de Lizardi, El Zarco, Fray Servando Teresa de Mier y los románticos como Quinta Roo, los poetas Sánchez de Tagle, Francisco Ortega y desde luego unos años más tarde al periodo de esta novela, la cepa de los liberales- juaristas utilizaron , las cartas como garante social y  artilugio lírico (Epístola de Melchor Ocampo y Cartas de Benito Juárez a Margarita Masa). 

Pesadilla Jarocha  también,  extiende las posibilidades de tener otras lecturas de Santana, de Iturbide,  de Guerrero, de Guadalupe Victoria, de los hechos envolventes de Veracruz como bastión independiente, tales como los Tratados de Córdoba y las última capitulaciones de las tropas españolas en nuestros baluartes y en trayecto del Camino Real, preámbulo del 27 de septiembre de 1821:
...llegamos a Córdoba el 23 de Agosto y al día siguiente se llegó al feliz desenlace de que las partes firmaron el Tratado de Córdoba. No todos los jefes realistas estuvieron de acuerdo, así que el general Iturbide nos ordenó tomáramos   Perote para garantizar la seguridad del Camino Real.... (73)


  La novela de Rodríguez Azueta,   nos obsequia  de manera grata, el amor entre padre e hijo, los dos Franciscos,   los valores de lealtad y amistad: Sacerdote José Arzamendi, el Tlecuile, y los vericuetos de amor carnal, exaltados incluso en leyendas: Yamilka , María Elena y  Bárbara.
En su trabajo compilatorio el autor   extiende imaginación con asombro de
sacudir la apatía o ignorancia de nuestra historia local y me parece, en este renglón tiene su mayor mérito,  posición donde sin duda alguna se ha destacado Miguel Salvador.
Pesadilla Jarocha nos invita a revisar la historia, mover la túnica de Clío para reconocernos como eslabón importante en la concatenación de las conquistas de la soberanía y de los patrones culturales.
El estilo es el hombre, escribió Buffon, y Pesadilla nos prolonga a la Tercera H y  Paraíso de los locos, donde su autor sigue obsesionado con la veracruzaneidad.
Y bien continuando en la línea del estilo, me quedo con el  siguiente párrafo de la novela..la gigantona tomó en sus brazos a Panchito y de un brinco bajó de la carreta, con paso acelerado entró a la CASA PRINCIPAL, atravesando el patio, haciendo a un lado los mirones que solo alcanzaba a persignarse...(14)

Ya se imaginarán por qué....

 Pues bien, lean Pesadilla Jarocha y externen sus opiniones....

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