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viernes, octubre 19, 2007

Ignacio Garcìa: Nómada



NÓMADA

No todo septiembre es igual
Los otros fueron fríos y a desencanto
Con su otoño todos ellos
hechos de soledad bajo la sombra

Éste, ha sido distinto
con hojas y árboles aéreos,
ramilletes de orquídeas y jacintos,
y el perfume de tu cuerpo
hirviendo en cada uno de sus días

Así recorrí sus horas,
sin saber a dónde iba,
con pie sin rumbo fijo
y ese extraño sentir
de acercarme más al crepúsculo
que al alba

No obstante,
tú hiciste de este Septiembre, otro
Lo cargaste de ternura con tu cuerpo,
lo cubriste a la humedad de tus labios
y le compraste su jarrón de flores

Septiembre-nómada
El que hace tiempo no vivía a respiro limpio,
a pesar del amor que duele
por la sal que lo redime
y sueña siempre
en darlo todo a cambio de nada

Nómada sin rumbo
(pues hay quien lo tiene),
tu sonrisa fue mi brújula a despoblado,
tu cuerpo el astrolabio
para hallarte Polar entre lo oscuro,
y tu lápiz una estrella
para trazar más infinitos,
borrar la niebla cósmica
y hallarte luz entre las luces

Nómada y Septiembre:
camina más quien lo hace solo,
y equivoca la senda y la cañada,
pues a su paso encuentra
tantas cosas inútiles
que luego sirven para
amarte en un poema:

el ojal de una camisa,
un cardo azul entre los dedos,
un libro para devotos
o el simple silbo del aire
que inútil repite tu nombre
para hacer que lo olvide
entre la sordera más simple

Nómada hasta el cansancio,
he querido dejar en el camino
aquellas letras de tu nombre:
este mazo de aguijones
que se prenden a mi boca
como veneno que mata
y antídoto que resucita

Mas no puede el nómada ni el Septiembre
vaciar sobre fuego el pensamiento,
lavar lo único que tienen
pues única como eres,
cada septiembre te aguarda
como si todos los meses fueran el noveno

Y este nómada,
sin más que un destino incierto
también detiene su paso,
rompe el álgebra del tiempo
y se sienta sobre una piedra
a que lo imposible se le acerque

Que tú apresures su paso:
corre
llora
ahógate
“rómpe tus labios”
extraña
tiembla y desata
“despídete y no abraces”

Y que uno se levante,
ya no para buscar en los caminos
sino en ese amor que nace
en el renuevo de tu boca...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al gran poeta:

Septiembre y nómada. Perfecta combinación. Uno puede levantarse para buscar el amor... aunque como tú bien dices, cómo duele a veces.
Ojalá y todos los meses aguardaran como si siempre fueran el noveno. Bello mes otoñal.
Lo imposible no se acercará. No corro, no lloro ni tiemblo. Simplemente dejo que el otoño siga su curso y deje frío, desnudo, el sendero que recorra el invierno.

Mi respeto y total admiración.

Alguien que recibe ese amor sin dar nada a cambio...