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miércoles, septiembre 19, 2007

Un retrato de Charles Baudelaire



Charles Baudelaire nace en París el 9 de abril de 1821. Su padre, Joseph Francois, era un sacerdote secularizado de amplia cultura, profesor de dibujo, pintor y jefe de despacho de la Cámara de los Pares. Él fue quien le enseñó las primeras letras. Su madre, Carolina Archimbaut-Dufais, enseñó inglés a su hijo. Charles realmente fue criado por Mariette, sirvienta de la familia, a la que luego inmortalizó en el poema "A la sirvienta de gran corazón que te daba celos" de su conocido poemario "Las flores del mal". A la edad de 6 años muere su padre. A los veinte meses de enviudar, contrae matrimonio con el comandante Jacques Aupick, que posteriormente llega a ser el general comandante de París. Su nueva situación familiar produjo un importante impacto emocional en Baudelaire, ya que él lo vivió en cierta manera como un abandono, manifestando siempre aversión por su padrastro con el que nunca llegó a trabar buenas relaciones. Charles inicia sus estudios en el Colegio Real de Lyon, de cuyo ambiente no guardará buen recuerdo. En 1836 regresan a París y Charles es internado en el Colegio Louis-le-Grand. Allí comienza a leer a Sainte-Bauve, a Chenier y a Musset, entre otros. Es expulsado del colegio, pero en agosto finalmente obtiene el titulo de bachiller superior. Con 19 años, se matricula en la Facultad de Derecho, y comienza a frecuentar a la juventud literaria del Barrio Latino y entabla sus primeras amistades con Gustave Le Vavasseur y Ernest Prarond. También conoce a Gérard de Nerval, Theodore y a Balzac. Empieza a publicar en los periódicos en colaboración y anónimamente.
Es en esta fase de su vida cuando vive de forma disipada, con continuos choques con la familia, consumiendo drogas, frecuentando prostíbulos, y llevando lo que se dio en llamar una vida bohemia. Mantuvo una extraña relación con una prostituta judía del Barrio Latino llamada Sarah, a la que denominaba Louchette por su estrabismo, y que probablemente le contagió la sífilis al poeta. Sarah aparece en el poema "Una noche que estaba junto a una horrible judía", en "Las flores del mal". No se conocen datos algunos que apunten a que Baudelaire se tratara esta afección en ningún momento, más bien al contrario parece que contagió a otras mujeres. Se ignora, a la vez, si esto es lo que le hace decir:

Parecida a las tétricas visiones que engendra la oscuridad
y que nos encadenan los ojos,
la cabeza, con la masa de su crin sombreada,
y de sus joyas preciosas,
en la mesilla de noche, como una planta acuática,
reposa, y, vacía de pensamientos,
una mirada vaga y blanca como el crepúsculo
escapa de sus ojos extraviados.

En el lecho, el tronco desnudo, sin pudor,
en el más completo abandono, muestra
el secreto esplendor y la belleza fatal
que la naturaleza le donó.

La conducta desordenada del joven mueve a sus padres a intentar distanciarle de los ambientes bohemios de París. Le envían a Burdeos para que embarque en una travesía que duraría dieciocho meses. En el viaje las relaciones del joven con la tripulación no son sencillas, y asustado el comandante del barco por el impacto psicológico que estaba sufriendo Charles, decide enviarlo de regreso a Francia.
En 1842, nuevamente en París, entabla amistad con Thèophile Gautier y Thèodor de Banville. Alcanza la mayoría de edad y percibe la herencia paterna de 75.000 francos y se independiza. Abandona el hogar familiar y se instala en un pequeño apartamento. Reanuda su vida bohemia y vuelve al ambiente de los bajos mundos. En esta época, conoce a Jeanne Duval, actriz mulata que representaba un papel secundario en un bodevil. Baudelaire la apoda la "Venus negra", y mantiene con ella una apasionada, intensa y difícil relación sentimental. Casi con toda seguridad le transmite la sífilis. Esta señora desempeña un papel fundamental en la vida del poeta, y probablemente podamos decir con seguridad que parte de sus mejores poemas son paradójicamente fruto de esta difícil relación. De su relaciòn dirà "La enfermedad y la muerte hacen cenizas de todo cuanto fuego ardió en nosotros". Dilapida la herencia y contrae numerosas deudas, por lo que su madre y su padrastro obtienen en 1844 de los tribunales que sea inhabilitado y su dinero sea administrado por su padrastro.
Charles Baudelaire colabora de forma anónima con diferentes periódicos y se dedica a la crítica artística. En esta época publica algunos ensayos, llenos de sensibilidad y penetración, bajo el título "Los Salones". Escribió sus primeros poemas a la vuelta de un viaje por el Caribe. Comienza a interesarse por el pintor impresionista Manet y por la música de Wagner, de quien fue su introductor en Francia. Descubre la obra de Edgar Alan Poe, que murió poco después y a quien no pudo conocer en persona, a pesar de considerarlo su alma gemela. Poe se le asemeja y durante diecisiete años lo traduce y da a conocer en Francia. De esta forma comienza a ganarse el reconocimiento de la crítica especializada.
Durante la revolución de 1848 Baudelaire es visto en las barricadas y tratando de agitar al pueblo para que fusilen a su padrastro. Escribió sus poemas más reconocidos y recogidos en el libro "Las flores del mal" con sólo 23 años. El editor le impuso este título al poemario en lugar de "Los limbos", que era el original, y que finalmente se publicaron en junio de 1857.
Nada de lo que escribió con posterioridad superó literariamente a esta obra, que es la que más se recuerda del poeta francés Baudelaire. Inmediatamente a su publicación el gobierno francés acusa al poeta de ofender la moral pública y juzga sus poemas como obscenos. El poeta fue procesado, y la edición fue confiscada por mandato judicial. El editor y él son condenados a pagar sendas multas por ultraje a la moral pública y se le ordena la supresión de seis poemas del libro. Sólo algunos compañeros lo apoyaron como Gautier. Ya quedará ante el gran público identificado con la depravación y el vicio. Amargado e incomprendido, Baudelaire se aisla. En esta fase oscura y sombría de su vida obtiene la alegría a través de los escritos admirados de dos escritores que en aquella época eran desconocidos, Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine, y que posteriormente pasaron a la historia de la literatura francesa.
Es en estos años cuando cae enfermo y pasa cortas estancias con su madre en Honfleur. En 1861 se presenta a la Academia Francesa, para de esta forma recuperar su dignidad profesional. Los académicos finalmente no lo aceptan. En 1864 viaja a Bélgica, donde trata de ganarse la vida dictando conferencias sobre arte, pero son también un fracaso. En el año 1858, cuando en junio hace un artículo proclamando su fidelidad a Victor Hugo, comienza a sentir algunas molestias en las piernas acompañadas de ahogos. En 1860 sufre una pequeña congestión cerebral. No acude a ningún médico, busca la ayuda de una hechicera. En 1865 se agrava su enfermedad, parece que ya padecía una neurosífilis, y presenta diferentes tipos de neuralgias. Poco a poco su salud se va resintiendo más, y en 1866 presenta síntomas de confusión mental, dolores gástricos y un asma pertinaz. Por primera vez lo trasladan a Bruselas a un hospital, y posteriormente a otro en París. Allí ya presenta una afasia y una hemiplejia. Su madre lo cuida y ya no se separa de él más. En esos momentos recurre al opio y a las cápsulas de éter para combatir su dolencias. Previamente a su ataque cerebral en su correspondencia incluso había expresado su deseo de recurrir al suicidio.
La enfermedad se agravó de forma muy rápida y permanece en este estado varios meses. Muere finalmente el 31 de agosto de 1867, a los 46 años de edad. Fue enterrado en el cementerio de Montparnase, junto a la tumba de su padrastro, a quién siempre odió. Póstumamente, en 1868, le publican sus "Pequeños poemas en prosa".
Baudelarie consiguió extraer con pulcritud inusual los demonios de la condición humana, fue capaz de alcanzar lo sublime con palabras certeras y exactas. Su obra es imprescindible por todo lo que supuso de revolucionaria y adelantada en su tiempo. Casi un siglo después, en 1949, la magistratura del Sena en París concedía un curioso indulto literario a "Las flores del mal". Los jueces pidieron perdón públicamente por las ofensas cometidas hacia uno de los mejores poetas franceses alabando su obra y reconociendo el innegable talento demostrado. Charles Baudelaire apenas pudo publicar nada en vida, siendo su obra póstuma fundamental para entender cómo sintió uno de los escritores cumbre de la literatura universal.

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